miércoles, 24 de febrero de 2016

¿Cuántos años tienes? Medidas de la vida

Nuestra cultura mide la vida de manera longitudinal, como si se tratase de algo bidimensional, planita ella, sin profundidad.

Medimos la vida en años vividos, en edad, cronólogicamente: un número. Pensamos en presente, pasado y futuro... No me cuadra con mi experiencia. Mi vida no se mide en años (o no sólo); mi vida (y la tuya) no es sólo "larga", sino también "ancha", "profunda"... intensa.

¡Hay otros números! Mi vida puedo también medirla en metros cúbicos; en kilómetros de profundidad; en ph (grados de acidez); en grados richter, como los terremotos... algunos de tal magnitud que han botado casi todo y, aunque no fuera en absoluto agradable, el placer de reconstruir, de partir de cero, de generar un proyecto todo nuevo e ir viendo los progresos (y los retrocesos y los nuevos avances cambiando lo que hiciera falta) es un placer indescriptible que todxs conocemos y que nos da el material para nuestra propia narración, para contarnos a nosotrxs mismxs y sentirnos a gusto en esos momentos en que descansamos y nos sentamos a mirar lo que hemos hecho de nosotrxs.

Por eso hay gente que parece tan sabia siendo tan joven. "¡Qué sabrás tú de la vida a tus 17 añitos! Ya aprenderás" y casi siempre quieren decir: "ya te amoldarás, ya aprenderás a obedecer reglas, ya te someterás".

He conocido gente muy joven (estoy segura que tú también) que me ha dejado con los ojos como platos y con la boca abierta y me ha dado una buena lección para seguir creciendo; he conocido gente mayor, muy mayor (estoy segura que tú también) que me ha dejado preguntándome, "pero, esta persona, ¿alguna vez vivió de verdad, reflexionó sobre los eventos que vivió, hizo de ellos experiencia o sólo le 'pasaron cosas'? Por supuesto, también he conocido gente joven que me dejaba con inquietud y la esperanza de que un día aprendieran un poco más de lo vivido y viejxs muy sabixs. No, no depende (sólo) de la edad. Más tiempo, más longitud, da más oportunidades de amplitud para quién sabe que eso es lo importante de vivir y se entrena en conseguirla, pero sirve de poco para quién sólo cambia de edad y se apunta otro año sobrevivido .

Más de alguna vez me he quedado observando a alguien perdidx en la drogadicción o que hace cosas terriblemente riesgosas para su supervivencia y preguntándome por qué. He escuchado a gente adulta decir que "se aburre" y me he preguntado cómo (no recuerdo haberme aburrido desde que soy adulta; me pasaba de peque). Creo que tiene que ver con esto. Las vidas "vividas" casi exclusivamente de manera longitudinal, se hacen pesadas, invivibles y se intenta escapar de ellas o se vuelven aburridas. La gente con vidas amplias y profundas, no se aburre y vivir en alucinaciones no le hace falta. Están tan llenas de vida para vivir que no les cabe más que lo mucho que obtienen de sus sentidos y su capacidad de enamorarse (de amar proyectos, animales, personas...) y de su tarea de des-enamorarse si lo que se ha estado amando se ha convertido en lento veneno o, simplemente, se ha descompuesto y comienza a podrirse.

No quiero morir pronto, claro. Me gusta la vida, pero si tuviera que elegir entre amplitud o longitud, ahora, a mis casi cincuenta, me quedo con la ampltud. Tal vez porque de longitud ya tengo bastante, aunque soy consciente de que siento que tengo bastante porque estos casi cincuenta años han sido muy, pero muy anchos. ¡He vivido tantas vidas en estos cincuenta años!

Ahora que me siento mayor, que soy aún más consciente de lo mucho que me queda por aprender, pero también de que tengo aún menos tiempo para compartirlo, me dan ganas de gritar a voz en cuello: no importa que edad tengas, date permiso, arriésgate al desorden, ¡vive a lo ancho también! ¡Vive!